Saul Steinberg, "Sombras y reflejos"


"Mi formación se la debo también a los álbumes de familia. Admirábamos fotografías de parientes, tías y tíos, primos, primas, abuelos y bise abuelos, primero ejecutadas por hábiles profesionales que continuaban a refiriéndose a Delacroix o Ingres, para llegar a las torpes, desastrosas tentativas, a las que nos librábamos en casa, fotos en las que todo el mundo exhibía bigotes a la Adolf Hitler. A causa de la sombra arrojada por la nariz sobre el labio superior. Esos retratos fueron mi primer fuente de inspiración. Todavía hoy, nada me intriga tanto que ver a alguien inmovilizarse repentinamente y metamorfosearse en una fotografía de si mismo afectado de una pose artístico-popular."



"Yo no poseía juguetes propiamente dichos. Mi padre, en un principio encuadernador, había luego fundado una pequeña fábrica de envases de cartón pegado, con embalajes en papel abigarrado. Reinaba allí un olor a atelier d’artiste, a collages, y también olor a la tinta de imprenta con la que se enduían gruesos moldes de madera para las inscripciones sobre cintas de las coronas mortuorias.


Las obreras que trabajaban eran expertas en ensamblar y luego a pegar esas cajas, algunas de ellas muy pequeñas, como por ejemplo los estuches para el lápiz labial (los materiales plásticos no habían aparecido aún : se trataba de minúsculos cilindros de cartón que debían poder abrirse y cerrarse, decorados con papel color y enriquecidos de un ribete de oro o plata. Esas obreras eran mujeres de todas las edades y todos los tamaños. Se pasaban el día parloteando y riendo a carcajadas. El sábado, día de pago, un grupo de hombres las esperaba en la puerta del taller, sus amantes, o sus chulos para las más viejas ; para las mas jovencitas, era su padre que se apoderaba del sueldo y corría a emborracharse al cabaret."


"La Bucarest de mi juventud era una ciudad extraña, una ciudad niño-prodigio en la que la vanguardia cohabitaba con el primitivismo, un poco como un confluente donde dos, tres ríos se confunden para crear algo importante y sin relación con la naturaleza original del lugar. Entonces, en un momento excepcional, nace un fenómeno donde se entremezclan fuerzas y civilizaciones del sur y el norte, del este y el oeste, para engendrar un torbellino, un tifón, o, si se quiere, una marea. A eso se lo bautizó como dadaísmo."


Saul Steinberg
"Ombres et reflets"
Conversaciones con Aldo Buzzi
2002, Christian Burgois éditeur, Paris.

(Traducido del francés al chuncano por Chuki)

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